De acuerdo a las últimas estimaciones caerá por debajo del millón de
toneladas, después de haber superado las 2,5 millones en la campaña
2010/11
Mientras el mercado de la harina y la industria panadera padecen la
transición entre la campaña anterior de trigo, que termina con escasez
de granos en el mercado, y la nueva, que demora el ingreso del cereal
por las malas condiciones climáticas, las perspectivas para el año
próximo no parecen mejores.
Según las últimas estimaciones, la
cosecha que comienza en estos días en el norte del país no aportará la
cantidad suficiente como para transitar un 2014 sin sobresaltos.
Puntualmente
en Córdoba los cálculos anticipan que la producción será la peor de los
últimos cuatro ciclos y no alcanzará al millón de toneladas.
De
acuerdo al último relevamiento de la Bolsa de Cereales de la provincia,
la recolección rondará las 927 mil toneladas, lo que implica una caída
interanual del 16%. En el momento de la siembra, las expectativas eran
diferentes a partir de un crecimiento del área sembrada que se ubicaba
levemente por encima del 10 por ciento. Sin embargo, luego el clima jugó
una mala pasada y, sin ir más lejos, en Río Cuarto pasaron 5 meses sin
que se registraran precipitaciones. Desde mayo y hasta fines de octubre,
la sequía golpeó a buena parte del área triguera, lo que terminó
recortando de manera importante las estimaciones de cosecha.
“Aunque
en Córdoba la superficie sembrada sería un 12% superior al año pasado,
no se llegaría a compensar el tonelaje obtenido en la campaña 2012-2013
debido a la caída de rendimiento estimado (29% inferior)”, explica la
Bolsa. Es que este año el promedio rondará los 17 quintales por hectárea
frente a los 24 del ciclo anterior. Es decir, se espera que al final de
la campaña cada hectárea aportará la mitad de trigo que en el 2010/11
en la provincia.
Pese a las últimas lluvias registradas en las
últimas dos semanas, muchos lotes de trigo tenían deterioros
prácticamente irreversibles y su rendimiento será entre malo y regular.
De acuerdo al último informe de la Bolsa, cuando las precipitaciones
comenzaban a llegar, apenas el 20% de los lotes en Córdoba se
encontraban entre buenos y muy buenos. “En algunas zonas, como Luque
(departamento Río Segundo), Arroyito, Marull, Colonia Marina (San
Justo), Jesús María (Colón) y El Crispín (Río Primero) hay lotes de
trigo que se destinaron a pastoreo por el mal estado que presentaban”,
advirtió la entidad.
A raíz de esta situación en los cultivos, la
provincia aportará apenas el 9% del total de la producción de trigo
nacional este año, estimada en poco más de 10 millones de toneladas.
Ese
volumen debería ser sufienciente para abastecer el consumo interno del
país, estimado en unas 7 millones de toneladas entre la molienda y las
semillas necesarias para la próxima campaña.
Sin embargo, las
dudas persisten por la actual situación que atraviesa el mercado, donde
la producción anterior se mostró escasa y eso derivó en un fuerte
incremento de la harina que en Río Cuarto ya se comercializa a 430 pesos
la bolsa. A su vez, la demora en el ingreso de la nueva producción
extiende la ventana sin cereal disponible, lo que hace prever que la
escalada de precios, que termina impactando a su vez en el kilo de pan,
puede continuar unas semanas más.
Los sectores del agro remarcan
ante esto que más allá de las dificultades climáticas, es necesario
modificar políticas para el trigo que reviertan la tendencia actual de
achicamiento que llevó en los últimos meses a especular con la
posibilidad de importar cereal desde Uruguay para cubrir la demanda.
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