El desmantelamiento del sector energético local está obligando a importar cantidades crecientes de recursos energéticos.
En los primeros nueve meses de 2013 las importaciones de combustibles y energía requirieron 9640 millones de dólares contra exportaciones por 4043 millones, según datos oficiales difundidos por el Indec.
Es decir: el saldo energético en lo que va del presente año registró un déficit histórico de 5597 millones de dólares.
En enero-septiembre de 2012 el saldo energético había registrado un déficit de 2521 millones de dólares. O sea que en apenas un año la cantidad de dólares necesarios para abastecernos normalmente de recursos energéticos aumentó más de un 120%.
El encargado de pagar la mayor parte de la cuenta energética fue el campo argentino: en los primeros nueve meses de este año –siempre según datos del Indec– el sector agroindustrial (incluyendo biodiesel) generó 39.976 millones de dólares versus 37.581 millones en el mismo período de 2012 (es decir: este año aportó 2395 millones de dólares adicionales para cubrir el bache energético).
El otro aportante fue el sector automotriz: en enero-septiembre de 2013 las exportaciones de vehículos livianos y pesados fueron de 6710 millones de dólares contra 5399 millones en el mismo período de 2012.
Pero el dato es que el aporte del sector automotriz sólo es posible gracias a los dólares generados por el campo, dado que el sector consume muchos más dólares de los que produce (sólo en el primer semestre de 2013, según datos del BCRA, registró un déficit cambiario de 3279 millones de dólares).
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