Un equipo de investigadores del Instituto de Genética y Virología del INTA, Buenos Aires, crearon una vacuna para combatir el virus de la diarrea viral bovina (DVB), sobre la base de proteínas provenientes de la alfalfa.
Además, su elaboración a partir proteínas recombinantes de alfalfa
transgénica implica un procedimiento innovador y de bajo costo, expxlicó
Andrés Wigdorovitz, investigador del INTA y responsable del logro.
“Esta es una alternativa superadora de las vacunas que se conocen en el
mercado local en la la actualidad, ya que es la primera fabricada a
partir de este sistema innovador que permite producir la proteína E2 en
cantidades suficientes y resulta más inmunogénica que las
tradicionales”.
Se
trata de un producto que busca asegurar una inmunidad para mejorar los
índices productivos de cría y de engorde que está pensado para aplicarse
según el calendario tradicional de vacunación mediante dos dosis: a los
60 y 30 días pre parto.
En
este sentido, explicó que con estas aplicaciones “la vaca estará
protegida pre-servicio cuando comience el ciclo reproductivo y se
reforzará esa inmunidad preparto para que en su calostro haya
anticuerpos suficientes para que sean transferidos a los terneros y
prevenir afecciones respiratorias y reproductivas”.
La
vacuna se obtuvo mediante una técnica conocida como molecular farming
que se basó en “la introducción del gen que codifica para la
glicoproteína E2 del VDB (que es la más inmunogénica del virus) en la
planta para que comience a producirla”, dijo el investigador.
El
investigador explicó también que “luego de cosechar ese material
vegetal, se purificó y se formuló la vacuna inoculable que es inerte, no
genera trastornos en las plantas, ni peligrosidad para el ambiente”.
Ese
procedimiento representa una ventaja para la obtención del producto ya
que no requiere infraestructura costosa, puede ser escalada con
facilidad a un costo reducido y, además, “utilizar plataformas vegetales
garantiza que los patógenos que podrían estar presentes en las plantas
no perjudicarán a los seres humanos porque no hay contaminantes cruzados
que puedan estar involucrados”, indicó el especialista.
En la Argentina la DVB afecta a más
del 70 por ciento de los rodeos en el país y su importancia radica en su
alto nivel de contagio y su capacidad para traspasar las fronteras
nacionales y ocasionar importantes consecuencias socioeconómicas y
sanitarias en una región, ya que la infección es permanente se
transfiere de las vacas hacia las crías. En muchos casos, produce abortos.
La efectividad del desarrollo se
evaluó en primera instancia en un modelo de cobayo validado por el
Senasa que, por su asociación con el huésped natural, permite evaluar la
calidad de las vacunas de interés. Luego se vacunó dos veces a los
terneros con un intervalo de cuatro semanas y 30 días más tarde fueron
expuestos a ensayos experimentales que demostraron una protección
virológica completa en el total de los animales vacunados con la dosis
más alta del antígeno.
Actualmente, los investigadores
trabajan para desarrollar la “vacuna ideal” que sea apropiada para
combatir los tres genotipos del virus 1a, 1b y 2, ya que “si bien el
primer genotipo ya está probado y escalado restaría concretar la vacuna
completa para transferirla”, concluyó el especialista que dirige el área
de vacunas del Instituto de Virología.
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