La persistencia de clima seco con elevadas
temperaturas durante el mes de agosto condicionó la etapa de llenado de granos
en Estados Unidos
El maíz comenzó a sentir la presión bajista por el inminente inicio de
los trabajos de recolección en Estados Unidos y cerró la semana con caídas en
los futuros con entrega en septiembre del mercado de Chicago. La recuperación
de los precios encontró un nivel de resistencia en la zona de u$s 5/bushel,
equivalentes a u$s 197/ton. Este comportamiento anticipa la llegada del mes de
septiembre, tradicionalmente bajista para las cotizaciones del cereal.
La persistencia de clima seco con elevadas temperaturas durante el mes de
agosto condicionó la etapa de llenado de granos en Estados Unidos, resultando
en expectativas declinantes sobre el tamaño de la cosecha respecto de las
proyecciones iniciales. En su último reporte semanal de cultivos, el Servicio
Nacional de Estadísticas Agrícolas - NASS norteamericano redujo hasta 59% su
estimación de superficie que mantiene condiciones buenas o excelentes,
confirmando la visión pesimista de los participantes del mercado. Distintos
analistas privados proyectan rendimientos por hectárea ubicados entre 94 y 97
quintales como promedio nacional, quedando al aguardo del nuevo informe de
oferta y demanda del USDA que se publicará el 12 de septiembre.
Pese a estas evidencias, el Consejo Internacional de Cereales (IGC)
sostuvo su estimación de cosecha norteamericana en 350 millones de toneladas,
aunque reconociendo un elevado potencial de pérdidas en los distritos más
afectados por la sequía, como Iowa y Missouri. Adicionalmente, afirmó que la
producción mundial trepará hasta 945 millones de toneladas, con una suba del
10% en términos interanuales.
Aun considerando una producción inferior en Estados Unidos, queda claro
que los inventarios globales lograrán una importante recuperación y los precios
contarán con poco margen para despegarse en demasía de los valores actuales. En
este contexto, la demanda forrajera retornará a sus patrones habituales y la
industria del etanol -que consume un sexto de la producción global- recobrará
competitividad, fortalecida por la abundancia de materia prima y los sostenidos
precios del petróleo.
No obstante, se plantean algunos interrogantes de cara al segundo
semestre de la campaña, período durante el cual los embarques sudamericanos
adquirieron enorme relevancia durante los últimos dos años. En este sentido,
las perspectivas de caída en el área sembrada tanto en Argentina como en Brasil
podrían limitar el volumen remanente para la exportación en ambos países. Luego
de abastecer algunos mercados regionales tradicionales como Perú o Colombia,
quedaría un sobrante menor para colocar entre los compradores asiáticos.
Este panorama podría fortalecer el escenario de precios si en la cosecha
2014/15 se concreta una caída en el área sembrada de maíz en Estados Unidos,
tal como sostienen los primeros sondeos. La revista Farm Futures publicó en los
últimos días los resultados de una encuesta realizada entre 1.350 productores,
anticipando una superficie de 38 millones de hectáreas, en baja 3,4% respecto
del año actual. Aparentemente, muchos productores buscarán recortar el área
maicera para mejorar las rotaciones, encontrándose la soja en posición
inmejorable para capturar parte de lo que deja el cereal.
Por lo pronto, en Brasil se advierte una menor intención de siembra de
maíz de segunda, castigado por los bajos precios y la persistente sequía que
persigue a las regiones productoras ubicadas en el centro-norte. En nuestro
país hay muchos relevamientos informales pero pocos números concretos, aunque
en general se coincide en que la superficie no se mantendrá en el nivel del
último año, sufriendo un nuevo retroceso.
La mejora de los precios a cosecha no es significativa y si bien el
deslizamiento más acelerado del tipo de cambio permite atenuar el impacto
creciente de algunos costos, la considerable inversión requerida para la
implantación y posterior protección, sumada a los elevados rindes de
indiferencia inclinan la balanza en favor de la soja. Esta última experimentó
un avance notable en las últimas dos semanas, superando los u$s 290/ton en los
mercados a término para cosecha nueva.
Por maíz con entrega en las terminales portuarias de Rosario y su región
en los meses de abril y mayo se ofrecieron pagar u$s 160/ton, cifra que contaba
con acotado margen de suba. Los exportadores evalúan que incluso con mejoras
relativamente importantes en este precio tampoco encontrarán oferta interesada
en cerrar operaciones, puesto que los vendedores parecen posicionarse a la
espera de valores cercanos a u$s 175/ton, que hoy lucen demasiado lejanos.
El precio FOB con embarque en abril de 2014 en terminales portuarias del
Up River mantiene una prima muy firme sobre Chicago y ronda valores cercanos a
u$s 212/ton, frente a los menos de u$s 200/ton negociados en la posición mayo
del mercado referente externo. Considerando el pago de derechos de exportación
por u$s 42/ton y asumiendo costos de fobbing por u$s 10/ton se arriba a una
capacidad teórica de pago igual a la que convalidan los exportadores con sus
ofrecimientos de compra.
Asimismo, el panorama de siembra de maíz recibe la complicación adicional
de las pobres condiciones de humedad observadas en extensas regiones
productoras luego de los exiguos registros de precipitaciones del mes de
agosto. Según el reporte semanal de seguimiento de cultivos de GEA - Guía
Estratégica para el Agro, en la zona núcleo se necesitan entre 20 y 30 mm de
precipitaciones para dar comienzo a los trabajos de implantación, previéndose
aportes de agua relativamente significativos recién a finales de la próxima
semana.
El color amarrillo predomina en los mapas de reserva de agua útil del sur
de la provincia de Santa Fe, sudeste de Córdoba y norte de Buenos Aires. En
caso de profundizarse este déficit hídrico podría verificarse una caída del
área incluso mayor a la que declaran los productores de la zona, que argumentan
mayoritariamente problemas de rentabilidad.
En tanto, el segmento disponible continúa con poca fluctuación de precios
y un ritmo de negocios relativamente estable. Durante el curso de la semana la
exportación pagó entre $ 850 y hasta 890 por tonelada por el cereal en
condiciones Cámara con descarga en las terminales de Gral. Lagos, Puerto Gral.
San Martín y San Lorenzo, mejorando hasta $ 900/ton por maíz en condición grado
2. Estos precios se reflejaron a lo largo de los últimos días en la pizarra de
la Cámara Arbitral de Cereales. Asimismo, los consumos del sur de Santa Fe pagaron
entre $ 820 y 880 por tonelada para cerrar negocios, dependiendo de las
condiciones de recibo y pago de la mercadería.
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