Los altos valores de los
rindes de indiferencia sumados a la baja disponibilidad de semilla frenaron que
nuevos lotes se sumen a la intencionalidad triguera
El
trigo está en la última vuelta de siembra y no se vislumbran factores
que puedan cambiar las decisiones sobre la superficie del cereal. Los
altos valores de los rindes de indiferencia sumados a la baja
disponibilidad de semilla frenaron que nuevos lotes se sumen a la
intencionalidad triguera. El área quedaría como el año pasado a pesar de
las buenas condiciones de humedad de los suelos que aseguran pasar el
invierno sin limitantes hídricas.
Nada parece
contradecir que estamos en la última semana de siembra a pesar de que
habría aún tiempo antes de que se cierre la ventana de siembra. En esta
semana no han aparecido nuevas decisiones de implantación y parece estar
definida la superficie de la campaña fina. Al principio de la campaña
se esperaba un crecimiento del área triguera, más aun considerando que
esta vez la cebada quedaba fuera como opción de reemplazo. Sin embargo
el trigo cubriría en la región núcleo entre 600 y 700 mil hectáreas,
nivel similar al del año pasado.
El panorama
climático sigue siendo alentador con perfiles cargados y, si bien no
hubo lluvias semanales, se prevé que el frío aparezca nuevamente y que
el frente provoque precipitaciones en el orden de los 10 y 20 mm. Las
tareas de siembra han marchado exitosamente en la región núcleo y las
condiciones favorecen la implantación de los cultivos de invierno.
Los
primeros lotes sembrados con trigo empiezan a mostrar la primera hoja
extendida, y no han sido detectados problemas de emergencia pese a los
problemas, ya por todos conocidos, respecto a la disponibilidad de
semilla de calidad en la región. Los primeros recuentos de plantas
obtenidas están dando entre 240 y 290 plantas por metro cuadrado. Las
condiciones de los trigales son muy buenas y no se registran problemas
por plagas o malezas. En cuanto a la precampaña de maíz sigue
comentándose el problema que es afrontar los altos costos de alquiler
para decidirse por el cereal. Siguen pendientes algunas negociaciones
por los valores de los campos y las modalidades de pago pero también, en
algunas localidades puntuales del norte de Buenos Aires, empieza a
considerarse en las negociaciones el impacto de nuevos tributos
municipales sobre la producción agrícola.
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