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martes, 11 de junio de 2013

Especialistas recomiendan elegir bien los grupos de trigo

La mayor producción se destinará al mercado interno, recomiendan plantar trigos de los Grupos 1 y 2
 


 Frente al inminente arranque del implante del trigo en el sud este y oeste bonaerense especialistas  del INTA en este cereal recomiendan utilizar variedades de calidad que se correspondan con los grupos 1 y 2 porque permitirán obtener trigos de calidad que serán colocados en el mercado interno, de allí la importancia men la elección de los cultivares.
El doctor Pablo Abbate es jefe del Grupo Trigo del INTA Balcarce y esta convencido que una parte significativa de la producción del cereal estará concentrada en el mercado local, de allí la importancia en la elección de los cultivares, además recomendó tener en cuenta los factores que lo0 afectan de diversas maneras.        
“Nosotros recomendamos que en esta situación se elijan cultivares que estén dentro de los Grupos de Calidad 1 y 2, porque van a permitir obtener la calidad que el mercado interno prefiere” manifiesta Abbate. El INASE (Instituto Nacional de Semillas) es quien establece el Grupo de Calidad de cada cultivar comercial, actualizando la lista todos los años.
Elección del ciclo
Otro aspecto que el especialista destaca es la elección del ciclo. “Es importante elegir el ciclo adecuado para cada fecha de siembra; no respetar el ciclo tiene una merma de rendimiento, con promedio nacional del 4% cada 10 días de retraso en la fecha de siembra”, agrega Abbate y apunta que si un productor tiene una superficie grande para sembrar es especialmente importante diversificar los ciclos, comenzando la siembra con los ciclos más largos y luego ir hacia ciclos más cortos, para no caer en mermas de rendimiento innecesarias.
“En esta campaña el productor debe prestarle especial atención a la calidad de la semilla porque en la campaña pasada hubo mucha fusariosis de espiga”, sostuvo Abbate. Entonces se aconseja hacer los análisis de semilla adecuados, que no son caros y muchos laboratorios los realizan. Con estos análisis el dato más importante que se obtiene es el poder germinativo que debe ser preferentemente mayor al 90%”, puntualizó el especialista.
La semilla debería estar curada, en especial si el poder germinativo es bajo. Además, la cantidad de semilla a sembrar se debe corregir por el poder germinativo, por ejemplo, si se desean obtener 280 plantas/m2 y el poder germinativo es de 85%, se deberán sembrar 329  plantas/m2 = 280 / 0,85.
A la hora de pensar en la elección del lote, el especialista del INTA Balcarce aconseja que el productor elija el cultivar adecuado al lote que va a sembrar, por ejemplo no intentar hacer cultivares de muy alto potencial de rendimiento en lotes que tienen problemas de profundidad o muchos años de agricultura donde la cantidad de nutrientes es baja y puede limitar el rendimiento y también la calidad.
“Normalmente si uno está en un lote de baja productividad debe priorizar un cultivar de buena sanidad y rendimiento estable más que un cultivar de alto rendimiento” agrega. Respecto de la maquinaria Abbate señala que avanzó lo suficiente como para permitir sembrar en una gran gama de condiciones. En la zona sur aun no se evidencian problemas de malezas resistentes a herbicidas durante el cultivo del trigo, como ocurre en la zona norte.
Pendiente del norte
Por último, Abbate agrega que los productores de la zona sur, este año en particular, deben estar muy pendiente de lo que sucede en el norte, porque si allá se siembra poco, acá habrá mayor demanda. “En el norte hubo una muy buena compra de semillas, porque no confían en la semilla propia, pero eso no significa que la intención de siembra sea alta, habrá que estar atento a como se desarrolla la siembra”.
El técnico manifiesta que en el sur la siembra arranca en junio y se cuenta con cultivares que permiten continuar sembrando hasta fines de agosto sin sacrificar rendimiento. Este año aún falta un buen período de frío para matar malezas y “romper el puente verde” entre campañas que puede favorecer la continuidad de insectos y enfermedades como la virosis del mosaico estriado.
Respecto del fósforo, la recomendación es hacer un análisis del suelo cada dos o tres años y fertilizar en función del trigo y de la soja que seguramente le seguirá. El diagnóstico de nitrógeno requiere del análisis de suelo todos los años, lo más próximo a la siembra que se pueda

Fuente: Noticias AgroPecuarias

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