Pese a la mejor cosecha se vende la mitad de equipos que en 2011, el
último año positivo del sector. Esto se debe a que los productores
guardan los granos como reserva de valor.
Las empresas de maquinaria agrícola que operan en la Argentina mantienen
un deprimido volumen de ventas que este año no se debe a la sequía,
como sucedió en 2012, sino a la brecha entre el dólar oficial y el
paralelo.
Es que esa diferencia, que ayer se calculaba en torno
del 90% en beneficio del blue, hace que los productores conserven sus
granos como reserva de valor de la moneda extranjera. De esta manera, al
revés que les sucede en muchos casos a los tenedores de pesos,
restringen los gastos, aunque sean destinados a bienes de capital.
"La
brecha entre el dólar oficial y el blue nos perjudica", reconoció
Rosana Negrini, titular de la firma Agrometal, líder en la venta de
sembradoras en el país. Según la empresaria, las ventas del sector se
encuentran en los mismos niveles que los de 2012, cuando la sequía
impactó sobre los resultados de los productores y recortó la
comercialización de maquinaria agrícola.
Pero ahora, las empresas
ven que perdieron la oportunidad de repuntar sus ventas con la cosecha
de soja y maíz, los cultivos más importantes de la Argentina, que este
año dejaron mejores resultados que en 2012. En cuanto a la soja, se
estima una cosecha de 48 millones de toneladas contra unas 40 millones
del ciclo previo, mientras que en el maíz la suba será a cerca de 25
millones de toneladas, desde las poco más de 21 millones del año pasado.
Si
bien los primeros datos oficiales sobre la venta de maquinaria que
publica el Indec estarán disponibles recién en julio, los empresarios
coinciden en que el primer cuatrimestre del año está signado por la
incertidumbre.
El gerente de Ventas de la firma Ombú, Horacio
Carlachiani, aseguró que las ventas siguen al nivel del año pasado, es
decir, a la mitad de lo que fueron en 2011.
"La diferencia,
acentúa, es que el año pasado teníamos sequía y menos granos. Hoy los
granos están, pero hay mucha incertidumbre en el país".
Según
Carlachiani, los productores están reservando como herramienta de ahorro
en dólares el grano que no usaron para pagar deudas y, al mismo tiempo,
el otro gran cliente de las empresas, el contratista, tampoco está
moviendo el mercado.
Según publicó El Cronista, los contratistas
son los propietarios de maquinarias que brindan los servicios de siembra
y cosecha a los productores, cuyos costos subieron con fuerza, según
Carlachiani, y no tienen resto para reinvertir.
Según el Indec, durante el año 2012 se vendieron 1.7197 unidades de máquinas agrícolas.
Producto
del aumento de los precios promedio, la industria de maquinaria
agrícola presentó un incremento de 12,1% en la facturación, en
comparación con el año 2011, asegura la entidad.
Los controles
sobre las importaciones de maquinaria agrícola tiene ya algunos años de
vigencia, y lograron una marcada suba de la participación de las
empresas locales sobre el total de las ventas, alcanzando el 68,8% del
total de las unidades comercializadas en 2012.
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