La política se adapta a los requerimientos de Adefa.
En abril
pasado las autoridades de la Secretaría de Energía –controlada por Julio
de Vido– instrumentaron un plan para incrementar el corte
interno de biodiesel con gasoil de manera tal de compensar las pérdidas
que las compañías exportadoras del biocombustible comenzaron a
registrar por el bloqueo comercial europeo.
El objetivo era que en junio de 2013 el cupo llegara a representar casi 100.000 toneladas de biodiesel (una cifra equivalente a un corte del 10% con gasoil).
Pero el programa fue desarmado
por un sector del gobierno integrado por Guillermo Moreno y Axel
Kicillof –enfrentados con De Vido– quienes dispusieron que en julio el
corte de biodiesel se reduzca a 80.000 toneladas para luego bajarlo a
unas 78.000 toneladas por mes en agosto y septiembre.
El desarme del programa de corte –que ya se había aplicado el año pasado con mucho éxito– está en línea con la política promovida por las compañías que integran la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), las cuales se vienen oponiendo a un corte de biodiesel superior al 7,0%.
El dato clave
es que la reducción del cupo interno de biodiesel que comenzará a regir
en el tercer trimestre de este año se aplicará –por orden directa de
Moreno– en las grandes compañías exportadores de biodiesel, las cuales,
salvo por Patagonia Bioenergía, UnitecBio y Explora, integran el cluster aceitero de Ciara-CEC (ver planilla).
En lo que va del año las exportaciones argentinas de biodiesel se derrumbaron (cayeron casi un 47% medidas en divisas) al tiempo que se incrementaron de manera brutal las importaciones de combustibles convencionales.
A pesar de estar experimentando una profunda sequía de dólares, la respuesta del gobierno nacional al bloqueo comercial europeo consiste en implementar políticas orientadas a terminar de quebrar
a una industria que, paradójicamente, fue creada en su momento por un
grupo de dirigentes kirchneristas que actualmente no gozan del favor
oficial.
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