Biotecnología. Comercializará la tecnología Intacta, con su marca Asgrow. También lo harán Nidera, ACA y Don Mario.
Luego de 10 años sin participar del negocio de la soja en el país, la empresa Monsanto volverá este año a comercializar semillas para este cultivo. Lo hará a través de su tecnología Intacta RR2PRO, que combina la resistencia a insectos lepidópteros, un mayor control de malezas y un plus en la producción.
Esta biotecnología, la primera que Monsanto desarrollo fuera de Estados Unidos y es específica para Latinoamérica, estará disponible en las variedades de los ciclos más largos para el norte del país a partir de la próxima campaña de granos gruesos.
Además de su comercialización a través de la marca Asgrow, propiedad de Monsanto, la nueva soja también estará disponible a través de tres licenciatarias: Nidera, Don Mario y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que introducirán la biotecnología sobre sus mejores germoplasmas.
“Estará disponible para 200 productores del norte del país, que representan el 90 por ciento de la superficie en esa región”, comentó a La Voz del Campo Patricio Gunning, gerente de asuntos corporativos de la empresa para Latinoamérica Sur.
Esta semana, directivos del la compañía encabezados por el vicepresidente Pablo Vaquero, estuvieron en la ciudad de Córdoba donde presentaron el reporte de sustentabilidad del ejercicio 2012 (ver Mejoras ambientales ).
A través de Intacta, el semillero estadounidense vuelve a vender semilla de soja en el país, luego de haberse retirado del negocio en 2003, ante la falta de un marco legal que le asegurara el pago de regalías por la utilización de la biotecnología.
Marco legal. La llegada de Intacta al mercado interno fue decidida luego de que su creador diseñara un esquema para el cobro por el uso de la tecnología. Hasta el momento, el semillero estadounidense ha logrado suscribir contratos con más de 10 mil productores, que representan el 65 por ciento de la superficie sojera nacional.
Los puntos clave del acuerdo entre el productor y Monsanto contempla la voluntad expresa del agricultor de pagar por la utilización de la nueva variedad genéticamente modificada. El trámite puede ser al momento de comprar la bolsa de semilla de soja certificada (cuyo valor aún no se conoce y que estará definido en los próximos 30 días); al declarar el uso propio, o cuando entrega la producción, ya sea al acopio o al exportador, que actuarán como agentes de retención. Además, debe comprometerse a usar y comercializar la tecnología de forma indicada en el acuerdo. Según la empresa, la mitad de los acopios operativos en el país ya participan dentro del sistema.
Habilitación china. Un paso fundamental para la decisión de comenzar con la comercialización de Intacta fue la decisión de China de adquirir granos de soja con este nuevo evento. “Los exportadores ya cuentan con la licencia otorgada por China”, aseguró Gunning.
La difusión de la variedad en toda la región sojera del país –que se completará en 2014/2015 con la incorporación de la región pampeana– permitirá aumentar la productividad del cultivo, a partir de un incremento en el rendimiento, reducción de los costos de producción y simplificación del manejo. También se reducirá el impacto ambiental debido a la menor utilización de insecticidas.
Desde Monsanto aseguran que el impacto en el rendimiento de la nueva tecnología será significativo. Según pronostican, en cinco años la producción nacional podría crecer en cinco millones de toneladas.
El regreso de Monsanto al mercado de la soja se produce en un momento en el que el semillero también crece en el negocio del maíz. Para marzo del año próximo, la compañía tiene previsto tener operativa la nueva planta seleccionadora de maíz en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas. El nuevo establecimiento estará en condiciones de proveer semillas para implantar 3,5 millones de hectárea por año. Sumada a la producción que ya tiene en Rojas (provincia de Buenos Aires), donde acondiciona híbridos para tres millones de hectáreas, la oferta maicera de Monsanto permitiría duplicar el actual área sembrada en el país.
Mejoras ambientales
Informe 2012. Monsanto presentó esta semana en Córdoba su tercer reporte de sustentabilidad en sus plantas en Latinoamérica Sur, en el que se destacan algunos indicadores de mejora ambiental.
Menor uso de energía. A pesar de haber aumentado la producción de agroquímicos, la empresa redujo 3,5 por ciento en términos absolutos el consumo de energía.
Menor cantidad de agua. En la planta de fertilizantes de Zárate (provincia de Buenos Aires), el consumo total de agua se redujo seis por ciento. También redujo 45% la generación de residuos en la producción.
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