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jueves, 17 de octubre de 2013

Córdoba tiene un nuevo mapa.Es el de malezas problema.

Un trabajo de DuPont divide a la provincia en tres zonas agroecológicas y define a los yuyos más complicadas en cada una.

 Rama negra (foto), borreria, cloris, siempreviva del campo, pata de gallina, cuaresma, colorado resistente, flor de Santa Lucía,  Sorgo de Alepo resistente, estas y algunas más son los nombres comunes de malezas que están presentes en los lotes agrícolas de Córdoba.
Muchas de estas malezas incrementan su población y ocupan los lotes porque nosotros mismos las seleccionamos, utilizando el mismo principio activo para su control. Algunas especies son tolerantes, es decir que nunca fueron susceptibles a las dosis normales de un herbicida. Otras veces son resistentes, es decir que una porción de su población que antes moría con el herbicida ahora no muere y su descendencia se propaga invadiéndonos el campo.
Estas malezas pueden ingresar desde las banquinas y los alambres o muchas veces ingresan en máquinas cosechadoras que vienen con semillas de otras regiones y se instalan en la nuestra.
Como causas generales para que esto ocurra se pueden sintetizar los siguientes puntos, que implican además los principales desafíos a tener en cuenta en el manejo de malezas resistentes:
-El modelo productivo actual presenta la característica de una ausencia de laboreos en por lo menos el 70% del área agrícola.
-Gran dependencia del control químico, sobre todo de glifosato.
-Escasa rotación de cultivos que lleva a no tener un manejo integrado del control de malezas.
-Contratos de corto plazo que producen un arranque tardío en el control de malezas de barbecho adaptadas al no laboreo del suelo.
Zonas
Para ubicar el problema en Córdoba debemos pensar en sitios agroecológicos diferentes. Tenemos en primer lugar la Zona Núcleo del Sudeste con mejores condiciones climáticas y cuyas siembras se pueden realizar en fechas óptimas, además de contar con rotaciones que vienen cereales de invierno con menor carga de malezas. En segundo lugar, el Centro Norte con gran proporción de siembras en fecha de diciembre lo que conlleva a hacer barbechos primaverales; y tercero, la Zona Sur con poca rotación de cereales de invierno, lotes más sueltos, con menor almacenamiento de agua y que muchas veces deben llevar su fecha de siembra a diciembre por falta de condiciones. En cada una de ellas, la presencia y abundancia de las especies problema es diferente.
+ En la Zona Núcleo las malezas más nombradas son Conyza bonariensis (rama negra), Amaranthus quitensis resistente al grupo herbicida ALS (colorado resistente), Viola arvensis (pensamiento silvestre) y gramíneas como Eleusine indica resistente (grama carraspera), Digitarias anguinalis (pasto cuaresma), chlorideas (chloris y trichloris), además de SARG (sorgo de Alepo resistente a glifosato) y Maíz guacho RR.
+ En el Centro Norte aumenta la proporción y dominancia de SARG y de suman chlorídeas, Gomphrena pulchella (siempreviva con flor violeta), Borreria verticilata (botoncito blanco) y Gomphrena perennis (siempreviva con flor blanca), siendo estas dos las que por ahora muestran los mayores problemas para controlarlas dado que son perennes y tienen órganos de reserva para rebrotar luego de los tratamientos.
+ En el Sur encontramos gramíneas y borreria muy presentes. Pero aquí el principal inconveniente lo tenemos con la aparición en los últimos años de Amaranthus palmeri, una especie de yuyo colorado que tienen la particularidad de ser tolerante a glifosato y a herbicidas del grupo de los ALS, con gran poder de diseminación de semillas y un crecimiento acelerado de la planta que hace que tengamos que aplicar muy oportunamente o se nos va de tamaño para controlarla. Una de las estrategias para mitigarlo es usar herbicidas residuales de las familias de los PPO.
Ataque
Como consecuencia de estas presencias comienzan a discutirse nuevas estrategias en el control de malezas, con nuevos productos que combinen eficiencia de control de las malezas problemáticas, con persistencia en el suelo para el control de las camadas que nacen luego de la aplicación y sean amigables con el medio ambiente.
-Se deben mejorar los monitoreos de malezas durante el barbecho, mejorar los sistemas de aplicación y manejo correcto de herbicidas.
-No se deben dejar semillar las malezas,no se deben cosechar los manchones semillados  y se deben limpiar las cosechadoras luego de salir de lotes con presencia de malezas difíciles.
-Utilizar mezclas de glifosato con otros principios activos que favorezcan la acción de activos combinados sobre las malezas a ser controladas. Para esto se debe tener en cuenta que tipo de malezas debemos controlar así como también el estado de las mismas y las condiciones de aplicación. También es importante considerar otros factores que condicionan la degradación de los herbicidas residuales en el suelo; como el PH, la materia orgánica y la textura entre otros.
-Se debe tener en cuenta que la acción de control en barbecho químico debe caer sobre los herbicidas de preemergencia para el ahorro de agua en el perfil, dejando solo los de aplicación post emergente para la corrección de problemas.
* Ingeniero agrónomo Diego LópezEquipo Técnico de Du Pont.

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