Según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria es
por las exportaciones que son demandadas en especial por Estados Unidos y
la Unión Europea.
Los productos argentinos se elaboran sin utilizar fertilizantes y con
pautas que preservan el medio ambiente, a lo que se le suma que
Argentina es uno de los países con mayor superficie destinada a este
tipo de producción.
La demanda internacional de alimentos y productos ecológicos
argentinos con valor agregado se incrementó 21% el año pasado, consignó
el organismo.
Los cereales y oleaginosas se mantienen entre los más demandados pero
la tendencia muestra la suba de la demanda de bienes industrializados
explicó Juan Carlos Batista, responsable de la Dirección de Calidad
Agroalimentaria del SENASA.
Batista resaltó que "promueven el cuidado del medio ambiente y la
inclusión social, al utilizar mayor cantidad de trabajadores en los
procesos de producción".
En tanto, Juan Carlos Ramírez -de la Coordinación de Productos
Ecológicos del organismo-, dijo que "los alimentos manufacturados más
pedidos son los vinos, jugos, harinas, azúcar y aceites, a los que se le
suman otros productos, como cosméticos y textiles".
Con casi 4 millones de hectáreas destinadas a la producción
ecológica, la Argentina es el segundo país con mayor superficie
destinada a la producción de bienes ecológicos del mundo y el principal
en América latina.
El país cuenta con un mercado muy diversificado de alimentos y
manufacturas orgánicas, elaboradas por casi 1.600 explotaciones
agropecuarias distribuidas por todo el territorio.
Ambos funcionarios del SENASA coinciden en que los consumidores
eligen estos productos porque, además, no tienen residuos de productos
químicos.
Batista también hizo hincapié en la toma de conciencia respecto de
las generaciones que nos sucederán y los cambios de conducta, a lo que
se le suma que los compradores privilegian los productos argentinos por
su calidad.
Respecto a las perspectivas del sector, Ramírez señala que, en un
mercado mundial que ha superado los 65 mil millones de dólares, la
Argentina tiene grandes perspectivas de crecimiento como proveedor de
alimentos orgánicos, debido a que gran parte de la demanda está
compuesta por productos en fresco.
"Los consumidores requieren los productos durante todo el año, no
solamente durante las estaciones de producción de esos países, entonces
la Argentina tiene grandes posibilidades de incrementar su oferta en
contra estación", señaló el funcionario.
Asimismo, destacó que los productos tienen la importancia de contar
con la certificación acorde a las normas internacionales vigentes y que
la Argentina es uno de los pocos países del mundo que tiene una ley
nacional de productos orgánicos.
El Senasa, responsable de dictar las normas que regulan este mercado,
tuvo un importante rol de asistencia técnica para la sanción de esa
ley.
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