Los costos directos
ascienden a u$s 560 x ha, a lo que debe sumarse gastos de comercialización,
estructura e impuestos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhggPJXNNW6jkMfmuux2EIso8BXEboiFrxMFZP9DNHzSCoFyAESIdCN5eqQGqva6ojj3F-yzZ9xwr00r0tZjMB9Ok8bgI9CYX4RTR9hOoW6uoxhOoxKLw9KT0t4epvmOJq5L8J9bW9GCng/s640/cosecha+de+maiz.jpg)
La
expectativa de una gran recuperación productiva en Estados Unidos y
mayores cosechas en la Unión Europea y el Mar Negro, sumadas al buen
desempeño de Sudamérica en la trilla que está concluyendo, ha presionado
fuertemente sobre los precios internacionales del maíz en las últimas
semanas. A lo largo del año 2013, la posición cercana de los futuros
negociados en Chicago acumula una caída superior al 20%.
El
ingreso de los cultivos norteamericanos a su período de polinización
incrementó la aversión al riesgo y motivó la toma de coberturas. Sin
embargo, las perspectivas climáticas continúan siendo muy favorables. De
acuerdo al último reporte de Global Weather Monitoring (GWM), durante
la próxima semana las temperaturas serán menos extremas y lluvias
ocasionales fortalecerán los potenciales de rinde. Hasta el domingo
pasado sólo un cuarto de la superficie atravesaba por su período
crítico, pero una proporción no menor del área ingresará en los próximos
días.
El optimismo en torno a una recomposición
de la oferta ha provocado una reversión en la participación de los
fondos especulativos en el interés abierto de los futuros y opciones del
mercado de Chicago. Según datos de la CFTC publicados el viernes por la
tarde, los agentes no comerciales mantenían hasta el martes pasado una
cartera neta vendida de 110.916 contratos, equivalentes a 14 millones de
toneladas. Dicha suma representaba el 10% del interés abierto total del
mercado.
El flujo de la nueva cosecha recién
ingresará a los canales comerciales en el mes de septiembre, momento
hasta el cual las existencias permanecerán en su nivel más bajo de los
últimos 17 años. La retracción de la oferta ha motivado un despegue de
las primas sobre Chicago hasta valores máximos históricos en el mercado
disponible, en una fuerte competencia entre las plantas de etanol y la
producción ganadera por capturar lotes con entrega cercana. Los precios
del segmento cash superaron recientemente los u$s 275/ton, con un
diferencial de u$s 80/ton frente a los futuros con entrega en diciembre.
La
exportación, por su parte, se focaliza en la próxima campaña y continúa
cerrando negocios a paso acelerado. Firmas de Estados Unidos ya
comprometieron el embarque a partir de septiembre de casi 7,5 millones
de toneladas hacia diversos destinos, fundamentalmente asiáticos. Según
los registros históricos del USDA, se trata del volumen concertado de
exportaciones a mediados de julio más significativo desde 1996 para maíz
nuevo.
El consenso mayoritario del mercado espera
una cosecha cercana a 350 millones de toneladas, que permitirá tanto
una recuperación del consumo doméstico que se había trasladado a
cereales alternativos como una fuerte expansión el saldo exportable. Las
previsiones alcistas de consumo aún reconocen una holgada recuperación
de las existencias, que podrían alcanzar su nivel más alto en los
últimos ocho años a finales de agosto del próximo año.
A
este panorama se agrega la expectativa de una producción cercana a 70
millones de toneladas en la UE-28 y de 35 millones en el CIS, dos
tercios de las cuales corresponderían a la cosecha de Ucrania. Si bien
las exportaciones de Europa occidental no llegan a volúmenes
representativos, desde el Black Sea esperan embarcarse unas 15 millones
de toneladas. El comercio se expandirá considerablemente en los últimos
meses del año, situación que se traduce en una caída de las primas FOB
en puertos de todo el mundo.
Para aprovechar esta
coyuntura, nuestro país embarcó aceleradamente en los primeros meses de
la campaña a precios internacionales relativamente sostenidos y sin la
competencia de Estados Unidos con su potencial habitual. Desde
principios de marzo hasta mediados de julio las ventas externas del
cereal totalizaron casi 13 millones de toneladas, quedando un remanente
de cuatro millones para los próximos meses, aunque a un ritmo menor. Los
ROE Verde entregados acumulan 17 millones de toneladas.
Los
puertos han reducido ligeramente su ritmo de trabajo, esperándose mayor
actividad con soja y subproductos en las próximas semanas. La carga
programada en las terminales portuarias totaliza casi un millón de
toneladas hasta mediados de agosto. Sin embargo, el ingreso de camiones a
las plantas y puertos continúa muy fluido porque siguen concretándose
distintos embarques hasta finales de mes. Según Williams entregas, en la
presente semana ingresó un promedio de casi 1.800 unidades diarias
hasta las 6 de la mañana.
Algunos exportadores se
encontraron en la búsqueda de lotes con entrega durante los primeros
días de la próxima semana en Puerto Gral. San Martín y San Lorenzo,
pagando entre $ 950 y hasta 1.000 por tonelada, dependiendo de las
condiciones generales de la operación. Los precios más elevados se
escucharon para lotes importantes de maíz grado 2. En tanto, en Rofex la
actividad con futuros de maíz fue muy escueta.
La
campaña comercial se encuentra bastante avanzada. La exportación
acumula compras por 17,5 millones de toneladas y es probable que la
industria haya adquirido unas 3 millones de toneladas. Teniendo en
cuenta que la colecta ya supera las 23 millones de toneladas y queda
menos del área 10% por trillar, quedará muy poco inventario de maíz
durante los próximos meses de la campaña. Sin embargo, los productores
muestran buena disposición a cerrar negocios con maíz cuando encuentran
precios atractivos. Distinto es el caso de la soja, producto para el que
los compradores deben ofrecer condiciones muy favorables para despertar
interés de la oferta.
Paulatinamente, el panorama
de la próxima campaña comienza a tomar relevancia, esperándose para
dentro de un mes el comienzo de los trabajos de implantación. La caída
de los precios a cosecha plantea enormes interrogantes respecto del área
de cobertura, puesto que la suba de los costos y los estrechos márgenes
podrían incluso reducir la intencionalidad de siembra en la zona
núcleo.
Con el actual modelo de negocios en la
pampa húmeda, el maíz ha quedado como un cultivo sólo atractivo desde el
punto de vista de la sustentabilidad. Si bien en la última campaña ha
recobrado la fluidez comercial, la significativa inversión que requiere
desalienta las decisiones para volcarlas a la soja, considerada más
segura. El fortalecimiento de la producción en campos arrendados y el
gran impacto de los costos comerciales castigan fuertemente sobre la
rentabilidad de las explotaciones.
Según la
publicación Márgenes Agropecuarios, los costos directos ascienden a u$s
560 por hectárea, a los que deben sumarse los gastos de
comercialización, estructura e impuestos. Para cubrir la totalidad de
las erogaciones se requieren rindes superiores a 70 qq/ha, aunque sin
tener en cuenta los costos de oportunidad. Ese rendimiento trepa hasta
77 qq/ha en campos arrendados. Este panorama es complicado al trabajar
lejos de los puertos. Los guarismos presentados hacen pensar que es
necesario que aparezcan nuevo estímulos para favorecer la siembra de
cara a la campaña 2013/14.
No hay comentarios:
Publicar un comentario