Para Claudio Molina director ejecutivo de la Asociación Argentina de
Biocombustibles e Hidrógeno, la fijación de los precios internos se hace
a "discreción"
Empresarios del biodiésel critican a Kicillof por el manejo de los precios del sector
Una cámara reclama que haya una regla para fijar los precios internos
La política del Gobierno respecto del biodiésel quedó nuevamente envuelta en la polémica por la supuesta falta de claridad sobre cómo se establecen los precios internos,
por las demoras en la determinación de las alícuotas para las
retenciones a las exportaciones y por el rol del viceministro de
Economía, Axel Kicillof.
El funcionario es también director de
YPF, un gran comprador de biodiésel, pero a la vez integra una unidad
oficial que se encarga de fijar las condiciones del mercado.
Para Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, la fijación de los precios internos se hace a "discreción".
Esa tarea la hace la unidad ejecutiva interministerial donde tienen un
fuerte peso justamente Kicillof y el secretario de Comercio Interior,
Guillermo Moreno.
"El precio del biodiésel en el mercado interno se determina sin una regla pública,
de conocimiento de los productores y de las petroleras. Por el
comportamiento que viene presentando, a la luz de la evolución del
mercado, no quedan dudas de que la Unidad Ejecutiva Interdisciplinaria
de Monitoreo la digita de acuerdo a su discreción", señaló Molina a La
Nacion.
El manejo de los biocombustibles siempre fue competencia
del ministro de Planificación, Julio De Vido. Sin embargo, desde que
Kicillof comenzó a intervenir en su área, De Vido fue perdiendo
influencia. Según Molina, la "regla" para el precio antes sí existía en
Planificación.
"Dicha regla existía hasta julio de 2012,
mientras el Programa Nacional de Biocombustibles era administrado por el
Ministerio de Planificación Federal, a través de la Secretaría de
Energía", dijo.
Doble rol
Molina
cuestionó el doble rol de Kicillof como integrante de la unidad
ejecutiva y director de YPF, empresa que, por ley, e igual que las demás
petroleras, debe cortar gasoil con biodiésel en un porcentaje que hoy
es del 8 por ciento.
"Uno de los máximos responsables de la
referida Unidad Ejecutiva, Axel Kicillof, es a la vez director de YPF,
lo que representa en la práctica algo así como estar de los dos lados
del mostrador. Entre otras cuestiones, llama la atención la forma en que
YPF opera para fijar precio y volúmenes en el mercado interno de
biodiésel, para maximizar sus utilidades", expresó el empresario.
En
el área de Kicillof una fuente oficial defendió al funcionario. Dijo
que la Oficina Anticorrupción ya había señalado en una resolución que no
hay incompatibilidad en las funciones de Kicillof.
Además,
respondió que la fórmula para el precio interno sale "al considerarse el
costo de producción y el precio de venta" del producto.
En
agosto de 2012, Kicillof aumentó las retenciones a la exportación y bajó
los precios internos que se les paga a las pymes que producen
biodiésel, que pasaron así a trabajar por debajo de sus costos de
producción.
Luego el funcionario buscó revertir la situación y,
junto con Moreno, impulsaron precios segmentados según se tratara de
industrias chicas, medianas o grandes. Además, establecieron retenciones
móviles que se deberían modificar periódicamente.
Las
retenciones hoy rondan el 20,5 por ciento sobre el valor de exportación.
Pero Molina advirtió que las modificaciones se hacen "tarde".
"Se
estableció un régimen de retenciones móviles mediante el decreto
1719/12, que debe ser modificado cada quince días. Sin embargo, se
modifica tarde, llegando a transcurrir más de tres meses de demora",
advirtió.
Sobre la queja de Molina, en el área de Kicillof
contestaron que "si no sale cada quince días [la modificación], es
porque no cambia [la alícuota de las retenciones]. Es automático".
Según
pudo averiguar LA NACION, las empresas que exportan biodiésel están
realizando planteos a funcionarios sobre las demoras en la actualización
de las retenciones.
No obstante, su principal preocupación es
la caída del 60 por ciento en las ventas a Europa por el cierre de ese
mercado, debido a las investigaciones de dumping y subsidios que está
haciendo el bloque europeo contra la Argentina.
Mientras tanto,
las pymes productoras de biodiésel, que abastecen el 50 por ciento del
biocombustible que usan las petroleras y se manejan con los precios que
fijan Kicillof y Moreno, entre otros funcionarios, indicaron que tampoco
conocen el criterio que se usa para fijar los precios, aunque son
precios que, según su evaluación, hoy les permiten trabajar.
"Desconocemos cuál es el criterio que se utiliza para fijar el precio;
estamos solicitando desde hace un tiempo el establecimiento de una
fórmula de fijación", indicó una fuente de la Cámara de Empresas Pyme
Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb).
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