Diciembre es mes de balances, y el INTA San Pedro es sede de una reunión que integra a las dos principales organizaciones de ciencia y técnica vinculadas a lo agropecuario de Argentina y Brasil, que juntas están trabajando en agroecología. Jorge Ullé, por INTA, y José Espindola, por EMBRAPA, revisan el primer año de experiencia.
En el marco del capítulo sobre agroecología del convenio INTA – EMBRAPA, que ya cumple su primer año, se está dando un encuentro entre especialistas centrado en intercambios en torno a la evaluación de cultivos de cobertura de suelo en la sucesión de cultivos hortícolas. “Como es el primer año del convenio, y ya se han armado los grupos interdisciplinarios de cada parte en Argentina y Brasil, hoy estamos haciendo el cierre y evaluando las actividades del cultivo de cobertura. Contamos también con la visita del equipo argentino, integrantes de Marcos Juárez, Héctor Martí que participa por San Pedro San Pedro y trabajos de tesis que se están desarrollando”, explica Jorge Ullé, referente nacional del convenio por Argentina. Por su parte, José Espindola, contraparte de Brasil, agrega: “El principal objetivo de un proyecto como éste, es poder avanzar un poco más en la generación de conocimiento de tecnologías apropiadas para el uso del suelo en sistemas de agricultura familiar y al mismo tiempo poder intercambiar experiencias entre el equipo de Brasil y de Argentina”.
Tecnologías apropiadas con sentimiento
A la hora de pensar las fortalezas de este tipo de trabajo entre dos países, José Espindola rescata el aporte que equipos interdisciplinarios de ambos países pueden hacer. “Hay una demanda de la sociedad brasileña, y creo que también para la argentina para la generación de tecnologías más sostenibles, más amigables y la preservación ambiental”.
Y en este sentido, el eje puesto en el trabajo con “los agricultores”, como expresa en su portuñol, es una característica distintiva. “En Brasil se considera muy importante no sólo la relación con el ambiente académico y los centros de investigación, sino también con las contribuciones que puedan hacer los productores”, y enfatiza: “hay una intención de incluir a los agricultores, no sólo en la validación de la tecnología, sino en los sentimientos que ellos tienen con relación al impacto que esas tecnologías traen para su sistema de producción”.
El avance de los trabajos en cada parte, fue diferente. En Brasil comenzó el trabajo intenso desde el segundo semestre de este año, y con la intención de seguir en los dos próximos años para tener una observación más sustancial. En Argentina, el punto de partida fue una reunión en marzo, que incluyó al Centro de Investigación en Agricultura Familiar y el Prohuerta, junto a ONG del partido de Cañuelas y Florencio Varela, en donde se visitaron los experimentos. “Más allá de los diseños que se forman en el campo, la idea es tratar de amplificar esos tratamientos que los productores consideren más viables de ser llevado a esa tecnología”, cuenta Ullé, y agrega: “es un proceso interesante porque es un proceso simultaneo, entonces, aquello que está pasando en la parcela, no deja de trascender en el espíritu de un agricultor. En el caso de poder llevarlo a Formosa, un ambiente subtropical, y en el caso de Ascasubi, que es una zona semiárida, de riego, nos va a permitir tener una comparación multiambiental, unido a lo que ellos trabajan en Brasil”.
Una semana recorriendo
Si bien el encuentro comenzó en San Pedro durante los dos días, un gran desplazamiento del grupo por distintos lugares, entre los que se incluye la EEA Pergamino, y luego Formosa, para tener acceso a los ensayos, y también cómo esto se traduce en una feria de venta al público.
La historia de intercambios desde la perspectiva agroecológica entre INTA y EMBRAPA tiene una trayectoria de casi 10 años. En 2004 se realizó la primera misión institucional a la Fazendinha Agroecologica (Río de Janeiro), desde donde se pudo conocer la marcha de los programas que abordaban esta temática. Entre 2005 y 2006, se inició un fuerte intercambio en técnicas de aplicabilidad a sistemas agroecológicos como enmiendas orgánicas, plantas de cobertura, leguminosas subtropicales, bacterias fijadoras de nitrógeno, micorrizas y manejo de hortalizas. Los intercambios continuaron en 2008 y 2009, culminando en un primer workshop que además de los dos países, integró a otros europeos.
En 2011 finalmente se concreta el convenio técnico INTA – EMBRAPA incluye la temática agroecológica además de otras, pero puntualmente en este caso ha demostrado ser un espacio de mucha convergencia. En él participan varias unidades de INTA, como las Estaciones Experimentales Agropecuaria de San Pedro y Ascasubi, y el Centros de Investigación en Agricultura familiar del NEA; así como las unidades de Agrobiología EMBRAPA CNPAB y Suelos EMBRAPA SOLOS, ambas con sede en el estado de Río de Janeiro. El acercamiento y la concreción fueron enmarcados a través de las Redes de Agroecología y de Agricultura orgánica que ambas instituciones ya tenían.
Este,proyecto es una iniciativa conjunta de INTA y EMBRAPA, que se corresponde con el Convenio Técnico, delineado a partir de 2011 por la Presidencia y Dirección Nacional de INTA, con la asistencia de la Dirección de Relaciones Institucionales. En él participan, las Unidades EEA San Pedro, IPAF NEA, EEA Ascasubi, y las unidades de Agrobiología EMBRAPA CNPAB y Suelos EMBRAPA SOLOS, ambas con sede en el estado de Río de Janeiro.
Convenio INTA - EMBRAPA en agroecología para la agricultura familiar
Para más información:
Ing. Agr. M.Sc. Jorge Ullé - ulle.jorge@inta.gob.ar - - (011)15-69998855
Síganos en Facebook /INTASanPedro y Twitter @INTASanPedro
No hay comentarios:
Publicar un comentario