Pese al aumento de las primas emitidas, la altísima siniestralidad que
se registró en las últimas dos campañas deja sus balances en rojo.
Hablan de un año bisagra.
Las aseguradoras del mercado agrícola se preparan para cerrar su segundo
año de pérdidas por la alta siniestralidad que se verificó en las
últimas dos campañas por tormentas, granizo, inundaciones y sequía.
Si
bien los principales operadores del mercado aseguran que la venta de
primas en la campaña 2012/13 estuvo por encima de los casi $ 1.150
millones de la campaña previa, este año, como sucedió en 2011/12,
deberán pagar por siniestros y gastos más de lo que les ingresó por
primas, lo que deja en rojo el cierre de sus balances. En este contexto,
algunos hablan de un año bisagra en el negocio asegurador.
Según
Darío Pighin, del grupo asegurador La Segunda, la venta estuvo mejor
que el año anterior producto de que se percibía un año más complejo
desde lo climático y la gente tomó coberturas.
Las complicaciones
climáticas, que se hicieron efectivas entrada la campaña, complicaron
los resultados. Por caso, en un solo fin de semana, algunas empresas
perdieron millones. Así lo graficó el gerente de Seguros Agropecuarios
de Sancor Seguros, Carlos Hoffmann, para quien la tormenta de granizo
que cayó entre el 15 y el 16 de diciembre fue uno de los peores eventos
de la historia del seguro agrícola. A nosotros nos costó unos $ 75
millones, afirmó. El evento abarcó y afectó gran cantidad de hectáreas
en cinco provincias: La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre
Ríos.
En términos de números globales, las empresas consultadas,
que todavía están calculando sus pérdidas, hablan de una siniestralidad
de entre el 75% y el 95% (siempre sobre primas emitidas).
El tope
de siniestralidad que soportan va entre el 60% y el 70%, según las
fuentes. Después, sumando los gastos, van a pérdida, aseguran.
"Para
el año que viene, esperamos que el mercado tome nota de que los riesgos
(climáticos) aumentaron, y debe haber un ajuste de tasa. Y esperamos
que eso mismo puedan valorarlo los agricultores", indicó Hoffmann.
Según
publicó El Cronista, tras las pérdidas del año pasado algunos
operadores esperaban que el precio de las primas se incrementara, pero
encontraron empresas que, inclusive, bajaron sus precios. También
aumentó la litigiosidad en el sector: el seguro agrícola, que era de
cola corta según se conoce en la jerga por la rapidez de los cobros,
pasó a ser en muchos casos de cola larga, por las apelaciones que
retrasan las cobranzas.
En los esquemas de seguro agrícola más
difundidos, las empresas aseguran el monto invertido por hectárea, y las
primas varían entre un 2,5% en Entre Ríos hasta, por ejemplo, un 4,5%
en Chaco, pasando por un 3% en el sur de Santa Fe y norte de Buenos
Aires.
"Difícilmente nos planteemos algún tipo de cambio en la
línea de productos que vendemos", indicó Pighin. "Sí tenemos que revisar
los costos, como va a tener que hacer el mercado. En los últimos años
bajaron las primas con relación a la cobertura y estamos llegando a un
punto donde tenemos que hacer una revisión", concluyó.

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